En el mismo amor de siempre
por Diego Doncel Manzano
Él regresaba todas las vacaciones. Venía moreno, la camisa blanca, el pelo peinado hacia atrás, rizado y negro. Ella lo esperaba en aquel patio lleno de geranios, bajo la sombra de la parra, o tal vez viendo el movimiento de los carpines dorados en el pozo. Eran los tiempos en que la victoria en la guerra civil no era solo un recuerdo, sino un programa político y una moral. Uno no sabe por qué la política y la moral siempre la toman con el amor. Tal vez por eso ni siquiera podían besarse allí, cuando se encontraban. Los besos eran furtivos, inestables, casi robados al azar. Por la noche se encontraban en el baile. De la radiogramola, en el descanso ...